Es uno de los grandes eventos de la temporada antes de que llegue el invierno.
PUBLICIDADEs uno de los grandes eventos de la temporada antes de que llegue el invierno. Durante nueve días, regatistas de todo el mundo se reúnen en la icónica ciudad costera de Saint-Tropez. En total 300 veleros y más de 4000 participantes. Una ocasión única en la que se mezclan embarcaciones de última generación con algunas centenarias.
“El más antiguo tiene 120 años, es un bonito centenario que aún participa en regatas ya que lo mantienen perfectamente. Esta es una de las características de estas embarcaciones. Sus propietarios son gente apasionada que mantienen en perfecto estado sus veleros,” afirma André Beaufils, presidente de la Socidad Nautica de Saint-Tropez.
Se calcula que al día, decenas de miles de personas, se reúnen en Saint Tropez para disfrutar de las fascinantes regatas.
Los veleros más antiguos son las auténticas estrellas. El Cambria, construido en 1948, es el último de su clase que no ha sufrido ninguna modificación.
“Aquí en las Regatas de Saint-Tropez hay embarcaciones construidas hace un siglo. Los veleros más competitivos son paradójicamente los más antiguos. La mayoría de ellos competían en regatas hace muchos años. En esa época estaban considerados barcos futuristas. Los veleros más modernos que hay aquí, son extremadamente bonitos pero están a años luz de la competición que yo practico”, cuenta el veterano regatista Loïc Peyron.
El ganador de la undécima edición del Trofeo Rolex fue el Moonbeam IV. Su fecha de construcción data de 1918.
‘‘De madera o de fibra de carbono, de 11 o 50 metros de eslora, lo importante aquí es la belleza que podemos contemplar en el mar, escenario de batallas apasionantes,’‘ Laurence Alexandrowicz enviada especial de euronews a Saint-Tropez.