Tres mil personas por mar y aire participan en las operaciones de rescate en un área de diez kilómetros cuadrados en las costas de Sochi.
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Tres mil personas por mar y aire participan en las operaciones de rescate en un área de diez kilómetros cuadrados en las costas de Sochi. Los buzos han recuperado dos elementos del mecanismo de control del avión a poco más de kilómetro y medio de la costa.
Han logrado reducir el espacio de búsqueda como explica el portavoz del ministro de Defensa ruso Igor Konashenkov: “Usando la imagen acústica, hemos establecido un nuevo radio de acción de unos 500 metros en el que se han esparcido los escombros. La profundidad media donde se encuentran dispersos es de unos 30 metros, lo que nos permite utilizar todo el equipo de búsqueda y rescate que tenemos disponible”.
Mientras, comienzan a recuperarse alguno de los cuerpos hasta ahora una decena, que son trasladados a Sochi. El ministro de Transporte Maxim Sokolov descarta la posibilidad de un atentado terrorista contra el vuelo que se dirigía a Siria: “Las versiones principales no incluyen la posibilidad de un acto terrorista, por lo que creemos que la razón de la catástrofe podría haber sido o bien un fallo técnico o un error de los pilotos”.
Las autoridades rusas no darán información sobre la identidad de los cuerpos recuperados hasta que hayan concluído las labores de búsqueda por completo.