Emmanuelle Haïm dirige su propia orquesta barroca, el Concierto de Astrée. Nos explica por qué cada producción del "Retorno de Ulises a su tierra" es forzosamente única.
“El Retorno de Ulises a su patria parte de un manuscrito que ni siquiera viene de la mano de Monteverdi puesto que se trata de una copia en la que no hay ninguna indicación, algo corriente en la época. No está especificado qué instrumentos tocan y qué tocan”, explica Emmanuelle Haïm.
“El papel del director de orquesta es muy diferente del de director de ópera del siglo XIX. Éste va a interpretar una obra con muchas más indicaciones. En nuestro caso, como no las hay, debemo tomar decisiones todo el tiempo (…) Cada producción es diferente en términos musicales con improvisaciones distintas, evidentemente.”
El tenor franco-mejicano Rolando Villazón:
“Hay que escuchar la música, los instrumentos, puesto que, a diferencia del repertorio romántico donde la voz es más superflua respecto a la música, aquí, la voz forma parte de la música. La voz reacciona en función de los instrumentos que, a su vez, se adaptan a lo que hace la voz.”
Emmanuelle Haïm, directora del Concierto d’Astrée: “Existen dos grupos instrumentales fundamentales. Tenemos la viola de gamba y el violonchelo que se sostiene con el brazo. Luego, entre los instrumentos polifónicos sobre los que reposa la armonía podemos mencionar el órgano, todos los instrumentos de la familia del laúd y sus declinaciones que van desde el pequeño laúd hasta la tiorba necesaria para la ejecución del bajo continuo muy profundo.”
“Luego, están todos esos instrumentos más melódicos de la familia del violín, como la corneta renacentista. Este instrumento pese a ser de madera y ser considerado de viento está clasificado como de metal puesto que tiene una boquilla de metal como la trompeta. Casi se me olvida mencionar la flauta dulce, no podía olvidarla. Es un instrumento de la Venecia de 1630-1640.”