El presidente ruso Vladímir Putin y la dirigente de extrema derecha Marine Le Pen se han reunido en el Kremlin de forma imprevista.
El presidente ruso Vladímir Putin y la dirigente de extrema derecha Marine Le Pen se han reunido en el Kremlin de forma imprevista. La agenda de Le Pen no preveía el encuentro con el jefe de Estado ruso. Acusado por Occidente de haber interferido en las elecciones estadounidenses, Putin ha querido dejar claro que no habrá injerencia rusa en las presidenciales en Francia.
Vladímir Putin ha dicho que Rusia intenta mantener relaciones similares tanto con representantes del gobierno como de la oposición y que de ninguna manera quieren influir en los “acontecimientos”.
El portavoz del Kremlin ha asegurado que en la reunión no se ha hablado de dinero, pese a que el Frente Nacional busca 6 millones de euros para financiar su campaña. En 2014, obtuvo un préstamo de 9 millones de euros de un banco ruso.
“Desde hace tiempo abogo por que Francia y Rusia retomen sus relaciones culturales, económicas y estratégicas, particularmente en un momento en el que hacemos frente a una gran amenaza terrorista”, decía Le Pen, quien horas antes se reunía con miembros de la Duma, la Cámara baja del Parlamento. La candidata ultraderechista, que encabeza las encuestas en Francia para la primera vuelta electoral, ha defendido el levantamiento de las sanciones internacionales contra Moscú.
El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, regaló a Le Pen una biografía sobre la candidata francesa, titulada “El regreso de Juana de Arco”.