Al menos 10 personas murieron y varias decenas resultaron heridas por la explosión de una bomba en un vagón de metro de San Petersburgo, justo cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, se encontraba
PUBLICIDADAl menos 10 personas murieron y varias decenas resultaron heridas por la explosión de una bomba en un vagón de metro de San Petersburgo, justo cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, se encontraba en la ciudad. Un segundo artefacto explosivo fue hallado y desactivado en otra estación de metro, la de “Ploschad Vastania”, donde se ubica la principal estación de ferrocarril de la ciudad rusa.
El artefacto explotó entre dos estaciones, la de “Sennaya” y la del “Instituto Tecnológico”. Esta última, en el cruce de las líneas azul y roja del metropolitano, es una de las más concurridas. Cuando se produjo la detonación, el conductor del metro decidió no detenerse y continuó hasta la siguiente parada, lo que permitió evacuar con mayor rapidez a las víctimas.
La explosión produjo una gran humareda, lo que obligó a evacuar a más de 1200 personas. Todas las estaciones de la ciudad fueron cerradas.
En las imágenes divulgadas se ven cuerpos ensangrentados tendidos frente a un vagón del metro con las puertas arrancadas de cuajo debido a la onda expansiva y a otras, heridas y conmocionadas, caminando en medio de una densa humareda. Según los medios rusos, las cámaras grabaron al presunto terrorista, que habría entrado en el vagón portando un maletín, en cuyo interior se cree que llevaba el artefacto cargado de metralla.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que estaba en la ciudad para reunirse con el líder bielorruso Alexander Lukashenko y asistir a un foro de medios de comunicación, señaló rápidamente la posibilidad de que se tratara de un ataque terrorista.
Las autoridades locales han reforzado la seguridad en el aeropuerto internacional de Púlkovo y en el resto de nudos de transporte de la ciudad, al igual que en los lugares de mayor concentración de gente, como plazas y avenidas. También las autoridades de Moscú han reforzado las medidas de seguridad en el metro de la capital rusa, que fue objeto en 2010 de dos atentados suicidas que dejaron una treintena de muertos.
El último atentado terrorista de gravedad ocurrido en territorio ruso tuvo lugar en diciembre de 2013 en la estación de tren de Volgogrado, antigua Stalingrado, donde dos explosiones suicidas mataron a 34 personas.