Entre 3000 y 5000 rusófonos pertenecen al autodenominado Estado Islámico.
PUBLICIDADOctubre de 2016: las fuerzas antiterroristas rusas toman al asalto una casa en Nazrán, Ingusetia, al norte del Caúcaso. Durante la operación seis sospechosos mueren uno de ellos pertenecía a Daesh. Según los servicios de inteligencia rusos, había combatido en Siria y estaba preparando atentados en suelo ruso.
Miles de rusófonos están engrosando las filas de Daesh. Muchos llegaron en 2013, pero su número aumentó a partir de 2014. Moscú calculaba que eran cerca de 3000 hace año y medio; aunque otras fuentes evocan la cifra de 5000.
La aviación rusa se sumó a la guerra en Siria a finales de 2015, a petición del régimen de Bachar El Assad. Los bombardeos aéreos rusos se centraron en las provincias en las que había más combatientes procedentes del Caúcaso.
Una región, particularmente inestable desde las guerras en Chechenia. Los combatientes rusófonos de Daesh, de Al Nusra o de otros grupos radicales islámicos proceden de aquí pero también de Tayikistán y otros países de Asia Central.
Uno de ellos Abu Omar al Shishani, apodado el checheno, en las filas de Daesh, tenía 8 y 13 años, durante las dos guerras de Chechenia. En 2013 juró lealtad a Daesh y se convirtió en uno de los lugartenientes de la organización hasta su desaparición el pasado més de julio. Su muerte no está clara y su asesinato se sitúa en Siria o en Irak,dependiendo de las fuentes .
Se calcula que entre el 20 y el 30 por ciento de los combatientes extranjeros de Daesh en Siria regresan a sus países de origen. Los servicios secretos rusos estiman que el 8% de los combatientes del autodenominado Estado Islámico podrían contar con pasaportes rusos. Este es el tercer idioma más hablado en las filas de ISIS después del árabe y el inglés.