Donald Trump ha puesto al Tribunal Supremo Venezolano en su punto de mira. De repudiable ha calificado el Gobierno de Nicolás Maduro la decisión de Estados Unidos de sancionar al presidente de la alta instancia y a otros siete magistrados por quitar el poder a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición. La medida supone la congelación de sus bienes bajo jurisdicción de Washington y la prohibición de hacer transacciones financieras.
#NOTA | Venezuela repudia sanciones unilaterales del Departamento del Tesoro de EEUU contra magistrados del TSJ https://t.co/YZuoVcsYpG pic.twitter.com/g0XgoCN4bD
— CancilleríaVenezuela (@vencancilleria) May 19, 2017
“La gente no tiene para comer. La gente no tiene alimentos y hay una gran violencia. Y haremos todo lo posible y trabajaremos juntos para hacer lo que sea posible para arreglarlo. Lo que está ocurriendo es una desgracia para la humanidad”, ha aseverado Donald Trump.
Ha sido precisamente ese “ataque al poder legislativo de Venezuela”: lo que ha desencadenado 48 días continuados de protestas durante las que han muerto casi cincuenta personas. La última víctima ha sido un estudiante de medicina de 25 años que fue arrollado por una camioneta. La sustracción del pasaporte del opositor Henrique Capriles cuando se dirigía hacia la sede de la ONU en Nueva York ha incrementado la indignación popular.