Una mujer muerta tras el terremoto de 6,1 grados en la escala de Richter.
PUBLICIDADLas localidades más afectadas de la isla griega han sido Vrisa y Plomari.
Los vecinos intentan hacerse a la idea de que su pueblo ha quedado destruído en poco menos de un minuto.
Hay doce heridos. Uno de ellos el marido de la víctima. Los más graves son una pareja de ancianos rescatados de su vivienda con varias fracturas.
Uno de los familiares de la fallecida, Evangelos Valelis, explica: “Deja a dos huérfanos con un padre gravemente enfermo. Puede ver cómo está el pueblo. Ya no queda ni rastro. Ahora es un pueblo fantasma. Su vida ha cambiado violentamente en solo unos poco segundos”.
Decenas de edificios se han derrumbado, entre ellos escuelas e iglesias.
La prioridad de la protección civil es devolver el suministro eléctrico y garantizar el aprovisionamiento de agua.
Algunos vecinos saben que la reconstrución no va a ser fácil; es el caso del párroco, Χenofon Samios: “Este enorme terremoto ha destruido nuestro pueblo. Ha desaparecido del mapa”.
Otro vecino Kostas Kalantzis de Vrisa mantiene el optimismo: “Tres casas, la mía, la de mi madre y la de mi suegra están totalmente destruidas. Pero cuando la gente conserva la salud todo puede arreglarse”.
En los pueblos afectados han empezado a recibir equipos de rescate de Grecia continental.
Desde el pueblo de Vrisa, la crónica sobre el terreno del enviado especial de Euronews, Michalis Arampatzoglou: “Los vecinos de Vrisa están asimilando las secuelas de este devastador terremoto. Justo aquí ayer mismo estaba la escuela primaria del pueblo”.