Dinamita otro de los grandes proyectos de Barack Obama. El presidente estadounidense asegura que no levantará las sanciones a la isla y no negociará un nuevo acuerdo con La Habana hasta que no se celebren elecciones libres en el país y los presos políticos sean liberados.
“Ahora tenemos las cartas, tenemos las cartas. La flexibilización de las restricciones en viajes y en comercio de la Administración anterior no ayuda al pueblo cubano, solo enriquecen al régimen cubano”, dijo Trump. “Ahora que soy vuestro presidente, Estados Unidos expondrá los crímenes del régimen de Castro y apoyará a los cubanos en su lucha por la libertad. Porque sabemos que lo mejor para América es tener libertad en nuestro hemisferio”.
Trump mantendrá abierta su embajada, pero prohibirá cualquier acuerdo comercial con militares.
Otro de los grandes cambios afectará al turismo. Aunque con Obama los viajes turísticos estaban oficialmente prohibidos, una flexibilización de las condiciones dispararon el número de visitas a la isla. Algo que Trump pretende limitar.