A Theresa May se le acumulan los problemas.
Dos manifestaciones cerca de Downing Street durante este sábado así lo atestiguan: la primera, contra su Gobierno de coalición con el nacionalista protestante norirlandés DUP, muy conservador; la segunda, de los supervivientes del incendio en la torre Grenfell. La policía ha aumentado el balance de muertos en la tragedia a 58.
“Esta cifra de 58 puede cambiar. Realmente espero que no lo haga, pero podría incrementarse. Nuestro foco se sitúa en los que sabemos que estaban en la torre Grenfell. Sin embargo, puede haber gente que estuviera allí sin que nadie estuviera avisado”, explicaba un portavoz de la Policía.
May se ha reunido con las familias de las víctimas y ha prometido una investigación sobre la respuesta de las autoridades, aunque ya ha admitido que no fue la mejor posible.
El incendio ha destapado la cara más generosa de la ciudad, y las donaciones de ropa y provisiones están siendo numerosas, aunque el incidente también ha golpeado a una sociedad ya de por sí muy dividida por temas como el brexit.
El de la torre Grenfell ya es considerado el incendio con mayor número de muertos en Londres desde la Segunda Guerra Mundial.
