PUBLICIDADEl presidente brasileño, Michel Temer, ha asegurado en Río de Janeiro que el depliegue de soldados en la ciudad ya está haciendo que se note un descenso de la criminalidad. Miles de soldados patrullan desde el sábado las calles de Río para luchar contra la grave ola de violencia. Fusil en mano, vigilan que no haya incidentes en turísticos lugares como las playas de Copacabana e Ipanema o el Parque de Flamengo.
Su despliegue se enmarca dentro del plan lanzado por el Gobierno, que prevé la movilización de más de 10.000 militares y policías. En un primer momento, su tarea se centra en el reconocimiento del terreno.
“Una segunda fase se centrará en el combate directo y contra las organizaciones criminales, la cuestión de las armas, porque este es un tema muy preocupante aquí en Río de Janeiro. El número de armas existentes aquí es alarmante”, ha explicado el presidente brasileño, en una visita sorpresa a las tropas desplegadas.
Acabamos de sobrevoar no Rio de Janeiro as regiões em que as tropas federais estão atuando. A ação poderá ser renovada até o final de 2018. pic.twitter.com/mP78hpHel7
— Michel Temer (@MichelTemer) 30 de julio de 2017
Recebi relato do que está sendo feito. Já diminuiu nesses dias o índice de criminalidade e em especial do roubo de cargas. pic.twitter.com/gQENSYhp74
— Michel Temer (@MichelTemer) 30 de julio de 2017
Tres personas, de media, fueron asesinadas a diario por balas perdidas en los primeros seis meses del año en Río de Janeiro. Ese número cada vez mayor, más las agresiones criminales y el aumento de los tiroteos entre narcotraficantes y policía, han llevado a las autoridades locales a reconocer que gran parte de la ciudad está fuera de su control.