PUBLICIDADEl sargento Fabio Cavalcante es el centésimo muerto a tiros en un país en donde tanto la violencia policial y contra la policía no deja de aumentar.
El despliegue de fuerzas miitares no ha hcho más que empeorar la situación.
Los familiares de los policías piden apoyo con vehemencia y desesperación. Es el caso de Rogeria Quaresma, perteneciente a asociación de viudas de agentes de policía: “Nadie hace nada, la población debe posicionarse, porque hoy son nuestros héroes, pero pronto morirá gente”.
Todas las medidas gubernamentales no han hecho más que aumentar el número de muertos. Alrededor de 200 personas asistieron al entierro del sargento el domingo por la tarde.
El ex policía Paulo Storani, dedicado ahora a seguridad privada, explica: “Lo que estamos viendo es un movimiento que procede de la delincuencia, esto no es nuevo, esto ha pasado siempre, pero ahora lo estamos viendo en mucha mayor medida, con más intensidad, hay más casos. Los delincuentes están motivados para matar a la policía”.
La violencia en Brasil es generalizada y creciente. Los abusos policiales en Brasil superan cualquier cifra de América: tan solo en Sao Paulo la policía militar mató a más de once mil personas en 20 años.
Una media de seis personas mueren en Brasil cada día a manos de la policía