PUBLICIDADLech Walesa ha sido borrado de los libros de texto en Polonia, de los que también ha desparecido la teoría de la evolución. Estos son solo algunos de los cambios introducidos por la drástica reforma educativa gestada en solo ocho meses por el Gobierno nacionalista y ultraconservador de Ley y Justicia, que ha puesto en pie de guerra a padres y profesores en el inicio del nuevo curso escolar. Las clases han comenzado con una huelga y una manifestación ante el ministerio de Educación.
Esta reforma no solo ha reescrito la historia y llenado los libros de texto de valores patrióticos, sino que además ha hecho desaparecer todo un tramo del sistema educativo, reduciendo los tres niveles de enseñanza a dos: primaria y secundaria, y obligando a los colegios y los institutos a adaptarse en un tiempo récord.
El premio Nobel de la Paz de 1983 y figura de la lucha contra el comunismo, Lech Walesa, ha desparecido como por arte de magia de los libros de historia porque el Gobierno lo considera sospechoso de haber colaborado con el régimen soviético. Tampoco hay cabida en las clases de biología para Darwin y su teoría de la evolución. La aparición del hombre en la Tierra pasa a ser tratada solo en las clases de religión.
Todo esto ocurre en un país como Polonia, que en los últimos años ha sido señalado como modelo por los resultados espectaculares obtenidos por sus alumnos en el informe PISA, muy por encima de la media de la OCDE.