El vicepresidente no ha hecho ni una sola referencia al debate sobre las armas de fuego en el país.
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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha visitado Las Vegas una semana después del tiroteo sobre los asistentes a un concierto que dejó 58 muertos, el más mortífero de la historia de Estados Unidos.
A pesar de que, como casi siempre, la masacre ha hecho reavivarse el debate sobre las armas de fuego en el país, el vicepresidente no ha hecho ni una sola referencia al mismo.
“El domingo por la noche Las Vegas se enfrentó cara a cara con la maldad pura. Pero ninguna maldad, ningún acto de violencia, minimizará la fuerza, la bondad del pueblo estadounidense”, declaró Pence.
El FBI sigue investigando el móvil del tirador, Stephen Paddock, para cometer esta masacre, y por el momento descarta que haya una conexión terrorista.
“El Congreso tiene que hacer algo para proteger a los ciudadanos de este país. Hemos tenido suficiente, Es suficiente, Ya hemos tenido suficientes masacres en este país, el Congreso debe actuar”, decía a los medios una residente en Las Vegas.
Mientras esto llega los ciudadanos de la ciudad rezan por las víctimas y les rinden homenajes espontáneos en las calles.