PUBLICIDADEl proyecto MIRIAM, puesto en marcha en Bélgica, intenta ayudar a las personas en riesgo de exclusión. Es el caso de Fatima Moustaine, que vive en Bruselas con sus tres hijos. Recibe desde hace cinco años una ayuda mensual de mil euros al mes del Estado belga. Ahora que el menor de sus hijos ha cumplido cuatro años busca trabajo para ganar su propio dinero.
“Antes estaba triste, a pesar de recibir la ayuda del Estado”, explica. “No sabía muchas cosas, la legislación… pero con el proyecto MIRIAM he aprendido mucho. Nos enseñaron cómo buscar vivienda, como contratar energía, cómo conseguir un trabajo”.
Quentin Pattyn es uno de los coordinadores de este proyecto piloto que intenta dar a las personas en riesgo de exclusión algo más que ayudas: un aprendizaje para reincorporarse al mercado laboral:
“Un proyecto como este puede funcionar, en la práctica funciona, pero como todo, es cuestión de subvenciones, de financiar este tipo de proyectos. Realmente queremos que estas personas, los beneficiarios, actúen para mejorar su situación”.
En 2015, 120 millones de personas se encontraban en riesgo de exclusión social. Las cifras aumentaron a pesar de la propuesta europea de reducir esa cifra en 20 millones de personas antes de 2020.
Este martes, el Parlamento Europeo ha aprobado una iniciativa para pedir a los Estados miembros que refuercen el sistema de renta mínima para evitar situaciones de pobreza.
“Algunas personas podrían ver este aumento de los ingresos mínimos como algo que no incentiva a la gente a buscar trabajo. Creo que los economistas podrían disentir sobre de cuánto podrían ser los incentivos, pero seguro que será uno de los puntos que muchos Estados discutirán en este debate”, opina el economista Mikkel Barslund.