Oliver Ivanovic fue asesinado a tiros este martes. Serbia ha calificado los hechos de "atentado terrorista" y se ha retirado de las conversaciones de Bruselas para intentar normalizar la relación con los albano-kosovares.
El asesinato de un conocido político serbio en Kosovo aumenta la tensión en la conflictiva región.
Este martes, Oliver Ivanovic, con fama de moderado, moría como consecuencia de seis disparos recibidos ante la sede de su partido en la ciudad de Mitrovica.
Para las autoridades serbias, un "atentado terrorista" que no quedará impune.
"Este asesinato forma parte de una serie de asesinatos que han tenido lugar aquí", decía el abogado de la víctima. "Es momento de que esto acabe. La gente del norte de Kosovo no puede seguir viviendo así".
Ivanovic había sido condenado en 2016 a nueve años de cárcel en Kosovo por crímenes de guerra contra civiles albaneses cometidos en 1999, durante el conflicto bélico entre serbios y albano-kosovares. Pero el Tribunal de Apelaciones anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio.
"Creo que este asesinato es el resultado de cuentas no saldadas entre él y las bandas que hay aquí", dice este habitante de Prístina.
Serbia ha suspendido su participación en una nueva ronda de conversaciones en Bruselas bajo el auspicio de la Unión Europea para intentar normalizar las relaciones con los albaneses de Kosovo, que declararon unilateralmente la independencia en 2008.
