Turquía ha prometido un verano complicado tanto para los terroristas como para quienes los apoyan.
PUBLICIDADTurquía ha prometido un verano complicado tanto para los terroristas como para quienes los apoyan. En más de un mes de operativo militar en el enclave sirio de Afrín, el Ejército turco ya controla 400 kilómetros, un 20% del territorio. La llegada de tropas pro Al Asad para ayudar a los kurdos no cambia sus planes.
Cuando concluya esta operación, donde los turcos luchan contra las milicias kurdosirias, continuarán hacia Manbech, región en manos de estas milicias cosideradas por Turquía como un grupo terrorista. Lo ha dicho el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Quiere convertir el este del Éufrates en una región segura tanto par turcos como para sirios. Erdogan también ha criticado a Estados Unidos por apoyar a las milicias kurdas en Siria:
"El portavoz de Defensa de uno de estos países dijo de forma descarada y desvergonzada que se mataron a civiles en Afrín y que las personas no pueden regresar a su casas debido a la violencia. Es usted muy cruel, inmoral. No le importa la brutal masacre que cada día sufren centenares de niños, mujeres, ancianos, civiles en Guta Oriental. Y sin embargo sí les preocupa la lucha antiterrorista y la difusión de noticias falsas".
El apoyo de Washington a las milicias kurdosirias de las Unidades de Protección Popular (YPG) ha empeorado las relaciones entre turquía y Estados Unidos, ambos miembros de la OTAN.