Treinta años de la política de cohesión europea

Treinta años de la política de cohesión europea
Por Euronews
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En 2018 se celebra el trigésimo aniversario de la política de cohesión comunitaria, la ocasión para analizar cómo esta política de inversión ha ayudado a la evolución de la Unión Europea en las última

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En 2018 se celebra el trigésimo aniversario de la política de cohesión comunitaria, la ocasión para analizar cómo esta política de inversión ha ayudado a la evolución de la Unión Europea en las últimas tres décadas. Considerada como la herramienta principal para reducir las disparidades, esta política tiene como objetivo promover y apoyar el desarrollo de todos los estados y regiones de la Unión Europea. No solo se dirige a los países más pobres del territorio, sino también a las regiones pobres de los países más ricos.

Gracias a ella se han creado al menos 1 millón de puestos en la Unión Europea entre 2007 y 2013, pese a la crisis. Lo mismo ocurre con la inversión, la investigación y la innovación, las infraestructuras o incluso el acceso al agua portable. La actual comisaria europea de Política Regional, la rumana Corina Cretu señala que Europa “está a punto de adoptar los próximos presupuestos para después del 2020, así que creo que es el momento idóneo para destacar que se trata de una política muy importante, más visible en la vida de la gente”.

Portugal fue el país de la Europa occidental que más fondos comunitarios recibió en el periodo de 2007 a 2013. Su presidente, Antonio Costa, se refiere a todo el periodo, desde que el país entró en el bloque en 1986, reseñando, por ejemplo que “la tasa de mortalidad infantil era de un 20% por encima de la media europea; hoy estamos incluso por debajo de la media”. Además “las diferencias económicas entre nuestras regiones más ricas y más pobres se redujeron en un 70%” y “entre 2004 y 2016, logramos reducir las tasas de abandono escolar del 35% al 12,6%. Y la población de entre 30 y 34 años con acceso a la educación universitaria pasó del 17,5% al 35% en ese mismo período”.

Para el presidente del del Parlamento Europeo, Antonio Tajani “la política de cohesión fue, es y será crucial. Con los fondos de cohesión, muchos países, sobre todo los últimos en entrar a la Unión Europea, han ganado protagonismo en la actualidad”. Además, considera que los países receptores de fondos deben arrimar el hombro en la actual crisis migratoria ya que “es inaceptable tener dinero procedente de Italia, Grecia o Alemania y estar en contra de la solidaridad con los refugiados. Por eso, los fondos de cohesión son una muestra de solidaridad”. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, considera que la política de cohesión “impulsa nuestra economía” y da algunos datos relevantes: “aporta el 8,5% de la inversión pública comunitaria, entre 2013 y 2020 habrá apoyado a 1,1 millones de pequeños negocios, a más de siete millones de personas a encontrar un trabajo y a nueve millones a lograr nuevos títulos”.

Con su actitud, parece que el Reino Unido ha olvidado el valor de Europa para conseguir la conciliación dentro de su territorio. Michel Barnier, negociador comunitario para el ‘brexit’ recuerda las palabras de John Hume y David Trimble, que recibieron en Nobel de la Paz por su aportación en Irlanda del Norte, que le dijeron: “nos sentamos en la misma mesa para lograr la paz no gracias a Londres, Dublín o Belfast, sino a Bruselas”. Para el acuerdo fue imprescindible la mediación de la Unión Europea con el fondo para la paz de Irlanda del Norte. “Mi predecesor inició este programa para impulsar el diálogo, la paz y la cooperación entre el norte y el sur, entre comunidades que habían sufrido terribles hostilidades. Lo que yo hice fue comenzar la segunda generación de este programa de paz, para ponerlo en el principal presupuesto europeo, y mantenerlo”, subraya Barnier.

La distribución de los fondos de cohesión implica que regiones y países con alto nivel adquisitivo pierdan su acceso a estas ayudas. Sin embargo, la alcaldesa de Estocolmo, Karin Wanngård, defiende que todas las ciudades europeas tienen el derecho de beneficiarse de los fondos, ya que “los proyectos comunitarios son a menudo el lazo más visible entre los ciudadanos y la Unión Europea”. Además, destaca que las ciudades “pueden aportar a los líderes comunitarios y nacionales información vital sobre las necesidades y las oportunidades en el terreno, y que esto es esencial para que la Unión Europea vuelva a conectar con los ciudadanos”.

Pueden ver el debate completo en el video.

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