El periódico conservador, el más antiguo del país, es uno de los más críticos con el gobierno de Viktor Orbán.
PUBLICIDADLa situación económica se ha vuelto insostenible para el propietario, el oligarca Lajos Simicska, antiguo aliado del primer ministro y ahora uno de sus principales detractores. El Gobierno y empresas privadas han ido retirando la publicidad de sus páginas en lo que los periodistas creen que es una maniobra orquestada por Orbán, ya que han destapado varios escándalos de corrupción de su partido.
No entienden su contundente victoria en las urnas. Zsombor György es el director adjunto del diario:
"Si el gobierno no hubiera conseguido tantos votos, un mandato tan sorprendente, habría sido un signo de que la gente habría entendido que había sido engañada, parte de una farsa, que habría visto la hipocresía y que la campaña contra la inmigración y Soros es un producto político".
Según el director adjunto han sobrevivido al nazismo y al comunismo, pero no han podido superar el régimen de Viktor Orbán.
Ya son varios los medios que han tenido que cerrar en Hungría en los últimos tiempos.
Andrea Hajagos, Euronews, Budapest: "El Magyar Nemzet se llevaba publicando en Hungría desde hacía 80 años. Además de él, otro diario histórico, el Népszabadság cerró hace exactamente un año y medio".