La situación mejora a bordo del Aquarius a pesar del mal tiempo.
PUBLICIDADIncertidumbre y esperanza a partes iguales en el Aquarius, el buque de la ONG SOS Méditerranée que surca las aguas del Mediterráneo con cientos de inmigrantes a bordo bajo la atenta mirada de millones de personas en todo el mundo.
Su triste odisea en busca de una vida mejor se ha visto agitada por el tiempo y por la política, y ha desatado una crisis sin precedentes en el seno de la Unión Europea. Después de que los gobiernos de Italia y Malta se enzarzaran en una agria disputa sobre quién debía acogerlos, España dio un paso adelante y les tendió la mano. Francia recriminó a Italia su actitud e Italia, que lleva años denunciando que soporta en solitario el peso de la inmigración clandestina, se sintió tan ofendida que se llegó a dudar de que el primer ministro italiano Giuseppe Conte acudiera a la cita que tenía este viernes en París con el presidente francés, Emmanuel Macron.
Desde el primer grito de alarma, cuando Italia cerró sus puertos al Aquarius, les hemos narrado con voz propia cómo se vive esta situación a bordo del buque. Allí está la reportera de euronews Analise Borges:
"Las malas condiciones meteorológicas han obligado a cambiar de rumbo al Aquarius y a los dos barcos italianos que viajan con él. El convoy se dirigió hacia el norte pegado a la costa oriental de Cerdeña y cruzará el estrecho de Córcega para dirigirse a España. La situación a bordo ha mejorado significativamente desde que trajeron provisiones desde la costa para darles abrigo. Anoche, varias personas se sintieron mal debido al mal tiempo. Mujeres con bebés y embarazadas tuvieron que recibir asistencia, varias personas tuvieron que recibir atención médica. Esta tarde, los niños ha podido salir a jugar a la cubierta, donde les dieron de comer. La situación es estable ahora, pero, por supuesto, este desvío ha alargado el viaje. Ahora se espera que lleguemos al puerto español de Valencia el domingo por la mañana"