Apenas terminada la crisis del Aquarius, un buque de los guardacostas italianos ha atracado en el puerto de Pozzalo con 522 personas rescatadas en el mar Mediterráneo.
Con el escándalo del Aquarius todavía dando coletazos, un nuevo barco, con 522 migrantes a bordo, ha atracado en el puerto italiano de Pozzalo, en Sicilia.
Cuarenta y dos de ellos, incluidos varios niños, necesitan atención médica urgente, según ACNUR. Los migrantes en peor estado son los que fueron rescatados hace una semana ante las costas libias por el Trenton, un navío rápido estadounidense, cuyo equipaje vio cómo se quedaban atrás una docena de cuerpos sin vida.
"Por desgracia, hoy también hemos visto llegar un cadáver -dice Marco Rotunno, portavoz de ACNUR-. Las muertes en el mar este año se están multiplicando. Las cifras son muy elevadas. Más de 750 personas fallecieron solo en los primeros seis meses del año. Con esas cifras, se debe dar prioridad al rescate de vidas humanas en el mar y, después, al atraque en un puerto seguro".
Los migrantes, procedentes de varios rescates, llegaron a bordo de un buque de los guardacostas italianos. Matteo Salvini, el ministro del Interior y nuevo hombre fuerte del gobierno romano, asegura que no volverá a permitir que ningún barco de una ONG traiga a un puerto italiano lo que definió como su "cargamento humano".
