La tensión entre Atenas y Moscú lleva gestándose dos años, por razones relacionadas con la seguridad regional
Se tensan las relaciones entre Atenas y Moscú. Grecia ha expulsado a dos diplomáticos rusos y ha prohibido entrar en el país a otros dos, por presuntas injerencias.
Les acusa de intrusión en los asuntos nacionales y de actos ilegales contra la seguridad nacional. Concretamente, de extraer y distribuir información confidencial y de intentar influir con sobornos a funcionarios del Estado, ayuntamientos y a la jerarquía de la Iglesia ortodoxa.
Las autoridades griegas señalan que Rusia ha estado actuando para intentar tener más peso en Grecia y los Balcanes.
El portavoz del Gobierno heleno, Dimitris Tzanakópulos, ha señalado en una entrevista que "Grecia quiere mantener buenas relaciones con todos los Estados. Pero estos deben respetar el derecho internacional y nacional, así como al Gobierno y Estado griegos".
Pese a que Atenas rompió una lanza por las buenas relaciones con Moscú, el pasado marzo, con el caso Skripal, que provocó la expulsión masiva de diplomáticos rusos, ahora la tensión es máxima. Una tensión que lleva gestándose dos años, por razones relacionadas con la seguridad regional.