El primer ministro Dmitri Medvédev asegura que el Kremlin dara una respuesta "po´lítica, económica o de cualquier otro tipo"
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Moscú responde al último paquete de sanciones de Estados Unidos que podría entrar en vigor a finales de este mes. El primer ministro ruso Dmitri Medvedev ha subrayado que cualquier medida que afecte a los bancos del país o al rublo será considerada como una declaración de guerra económica. Y ha añadido que desencadenaría una reacción económica, política o de cualquier otro tipo.
El analista Dmitry Oreshkin cree que el castigo por el envenenamiento de Serguéi Skripal tendrá "serías consecuencias" para la economía rusa: "La respuesta debería ser, como dijo Gorbachov "'asimétrica" Pero, ¿cómo puede Rusia dar tal respuesta si la economía es más débil, si tiene como aliados a Siria e Irán, y si al mismo tiempo hay una tendencia cada vez más obvia de declive económico?"
Los expertos creen que la rápida caída del rublo se debe a la anticipación de los mercados a las mencionadas sanciones. "Hablando de contramedidas, Rusia no puede infligir ningún daño significativo a los socios extranjeros que le impongan sanciones. La dependencia de estos de los productos rusos no es lo suficientemente fuerte como para que Rusia pueda dar una gran respuesta a las sanciones. Pero Rusia puede suavizar el impacto de las sanciones en su economía hasta cierto punto", sostiene Sergei Khestanov, analista económico.
El Kremlin ha querido restar importancia a esta vulnerabilidad defendiendo que en los últimos años la economía rusa se ha vuelto mucho más resiliente a las presiones exteriores.