Durante su discurso se ha comprometido a actuar "de forma justa e imparcial sin miedo o favoritismos como presidente de todos los habitantes del país al tiempo que ha hecho alusión a los hechos violentos que se produjeron dos días después de la votación.
En Zimbabue, casi un mes después de las elecciones, Emmerson Mnangagwa ha jurado este domingo el cargo como nuevo presidente del país.
Durante su discurso se ha comprometido a actuar "de forma justa e imparcial sin miedo o favoritismos como presidente de todos los habitantes del país al tiempo que ha hecho alusión a los hechos violentos que se produjeron dos días después de la votación cuando la Policía y el Ejército cargaron con cañones de agua y gases lacrimógenos, contra las protestas de la oposición que, antes de conocer los resultados, ya aseguraban que se había producido fraude en la votación.
"Los desafortunados y aislados incidentes violentos que se produjeron el pasado 1 de agosto fueron increíbles e inaceptables. Para esclarecer este asunto pronto nombraré una comisión de investigación para que se haga cargo", ha señalado Mnangagwa.
Al acto no acudió ni el anterior presidente, el depuesto Robert Mugabe ni su esposa. Tampoco lo hizo el opositor Chamisa que este mismo sábado se volvió a declarar vencedor en las urnas rechazando el veredicto del Constitucional y pidió a los suyos que salieran a las calles pacíficamente para mostrar su repulsa.
