Nada ni nadie ha impedido que los europeos celebren por todo lo alto la llegada de 2019. Ni las turbulencias políticas, ni la amenaza terrorista, ni el despliegue policial, ni los 'chalecos amarillos' en Francia. Y en el Reino Unido, ¿Brexit?, ¿qué Brexit? La fiesta ha triunfado en el continente.
PUBLICIDADDe Moscú a Madrid, de París a Berlín, Europa ha celebrado por todo lo alto la entrada en 2019. Pese al despliegue policial, pese a la amenaza terrorista, pese a las turbulencias políticas, los 'chalecos amarillos' o el Brexit, los europeos se han vestido de fiesta y han disfrutado de una noche iluminada por los fuegos artificiales.
En Moscú, miles de personas se concentraron en la Plaza Roja para dar la bienvenida al Año Nuevo, con una copa en la mano y un gorro de lana para soportar el frío que ha cubierto de placas de hielo el río Moscova.
En París, alrededor de 300.000 personas se dieron cita a medianoche en los Campos Elíseos.
Nadie se acordó entonces ni de la amenaza terrorista ni de los chalecos amarillos, pese a los 12.000 policías movilizados para garantizar la seguridad. La fiesta ha sido un revulsivo colectivo para tratar de olvidar un año convulso en Francia.
España también ha pasado página, con las tradicionales 12 uvas y 12 campanadas en el reloj de la Puerta del Sol de Madrid, a la que solo pudieron acceder 20.000 personas, de nuevo, por razones de seguridad.
En Alemania el lugar de cita ha sido, como de costumbre, la puerta de Brademburgo de Berlín, iluminada por los fuegos artificiales.Y en el Reino Unido, el Big Ben ha marcado el inicio del año del Brexit, que se anuncia muy turbulento en tierras británicas.
Pero de nuevo, esta noche no ha sido ni la de la política ni la de los problemas, sino la de los buenos deseos. Feliz 2019.