Abierto el plazo para la solicitud de la renta básica ciudadana. Una de las promesas electorales del Movimiento 5 Estrellas. Sus detractores recuerdan que hay millones de italianos trabajando en la economía sumergida y que el dinero no acabará en el bolsillo de los más necesitados.
PUBLICIDADEl Gobierno italiano inicia su 'revolución social'. Millones de italianos e inmigrantes residentes pueden solicitar desde este miércoles la conocida como renta básica ciudadana.
Una ayuda para los más desfavorecidos.
"Llevo sin trabajar desde el 2011, desde entonces he recibido ayudas del Estado, pero luego pues hay que pagar la luz, el alquiler, las facturas y no el dinero no llega. Además mi mujer tampoco trabaja y por eso estoy pidiendo la renta ciudadana, para ir tirando".
Los requisitos son que los ingresos familiares anuales no superen los 9.360 euros, que el patrimonio inmobiliario no exceda los 30.000 euros, excluida la vivienda habitual, y que no se tengan más de 6.000 euros ahorrados.
No obstante este límite puede llegar hasta los 10.000 euros en el caso de las familias numerosas o las personas con discapacidad. Además, hay que seguir cursos de formación, hacer trabajos para la comunidad y aceptar una de cada tres ofertas de empleo recibidas.
Todo para recibir un máximo de 780 euros al mes que se recibirán cargados en una tarjeta de débito emitida por el banco del servicio italiano de Correos.
Claudio Lavanga, Roma
La renta ciudadana fue una de las grandes promesas de campaña del Movimiento 5 Estrellas. Su líder, Luigi di Maio, asegura que la renta básica será una motivación para buscar empleo, y estimulará la economía al aumentar el gasto de los consumidores.
Sus críticos no dudan de sus buenas intenciones pero creen que el país no está preparado. "El riesgo es que entregan esta renta ciudadana justo antes de las elecciones europeas sin que existan todas las estructuras burocráticas para su control y evitar que el dinero caiga en manos de los espabilados, ni tampoco el mecanismo para promover el empleo para todos aquellos jóvenes que tienen el derecho a un puesto de trabajo, y estas son sus carencias", indica el ex viceministro de Trabajo y profesor de la Universidad de La Sapienza, Michel Martone,
Sus detractores recuerdan que hay millones de italianos trabajando en la economía sumergida, en negro, y que el dinero no acabará en el bolsillo de los más necesitados.
En unas pocas horas 29.000 personas habían presentado en las oficinas de Correos italianas la correspondiente solicitud para cobrar la renta ciudadana.
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