Cerca de 600 efectivos entre policía, cuerpos sanitarios y bomberos han participado en el cierre de este asentamiento que Salvini ponía como ejemplo del descontrol migratorio y la explotación laboral y problemas sanitarios que, según él, este trae consigo
PUBLICIDAD"Del dicho al hecho". Con esta frase ha celebrado el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, la evacuación del campamento de San Ferdinando, en Calabria. Cerca de 600 efectivos entre policía, cuerpos sanitarios y bomberos han participado en el cierre de este asentamiento que Salvini ponía como ejemplo del descontrol migratorio, y la explotación laboral y problemas sanitarios que, según él, este trae consigo.
Como el ministro ha explicado en su cuenta de Facebook, 900 personas han sido trasladadas en 18 autobuses a centros de acogida, en sus propias palabras: "más pequeños, más controlables por las fuerzas del orden y más transparentes". San Ferdinando ha servido de ejemplo al mandatario italiano para defenderse de quienes critican sus políticas migratorias, allí han malvivido durante años miles de personas de más de 10 nacionalidades.
El representante del sindicato de jornaleros USB, Patrick Konda, explicaba a Euronews la situación del desalojo: "Los que quedan son casi 300, como hemos visto esta mañana, porque hay quienes se fueron voluntariamente ayer y luego un pequeño grupo se fue esta noche"
San Ferdinando es un enorme entramado de chabolas en el que la prensa ha puesto más de una vez el foco por incendios y altercados. El pasado junio, un joven maliense de 29 años murió tras recibir varios disparos de un vecino de la localidad. Muchas de las personas que habitaban el asentamiento eran jornaleros que trabajan en el campo de la región. El pasado julio Salvini invito a quienes critican sus políticas migratorias a visitar San Ferdinando, después, dijo, podrían hablar de reabrir los puertos.