Sentencia histórica contra la Iglesia chilena en un caso de abusos. El fallo obliga al Arzobispado de Santiago a reparar económicamente a tres víctimas de abusos del sacerdote Fernando Karadima y abre la puerta a nuevas demandas contra la Iglesia.
PUBLICIDADEn Chile, la justicia ha dictado una sentencia histórica y sin precedentes que obliga a la Iglesia Católica a reparar económicamente a tres víctimas de abusos sexuales.
Se trata de José Andrés Murillo, Juan Carlos Cruz y James Hamilton, víctimas de abusos por el sacerdote Fernando Karadima. Después de años de lucha, han conseguido que se condena a la iglesia como garante.
"Si bien no es un motivo de alegría, sí estamos conformes -dijo en una rueda de prensa conjunta José Andrés Murillo-._ Ha sido un largo tiempo, más de veinte años en algunos casos, en los que, de distintas maneras, hemos buscado justicia y reparación. Y no tanto por nosotros, sino porque sabemos que la justicia es la única manera de garantizar que este tipo de crímenes no vuelvan a ocurrir y si ocurren, no queden impunes"_.
Hamilton, Cruz y Murillo recibirán cada uno en compensación 100 millones de pesos, unos 130.000 euros.
Arzobispado de Santiago: "Es un paso importante en nuestro proceso de restablecer la justicia y la confianza"
El Arzobispado de Santiago dijo estar 'conforme' con la sentencia y anunció que no la recurrirá.
"El Arzobispado de Santiago manifiesta su conformidad con el fallo dictado por la corte de apelaciones de Santiago y confía en que esta sentencia contribuya al proceso de reparación del dolor sufrido por las víctimas de Fernando Karadima -señaló el obispo Celestino Aós, administrador apostólico de Santiago-_. Este fallo marco un paso importante en nuestro proceso de restablecer la justicia y la confianza en nuestra Iglesia de Santiago".
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Fernando Karadima era un influyente párroco que durante décadas abusó sexualmente de niños y adolescentes. La justicia canónica le condenó a una vida de reclusión y penitencia, pero la justicia penal cerró el caso sin condena por la prescreipción de los hechos.
El fallo abre la puerta a nuevas demandas contra la Iglesia como encubridora de abusos
El fallo abre la Caja de Pandora , pues podría dar a una riada de demandas contra la Iglesia Católica chilena, azotada por los escándalos sexuales y acusada de encubrirlos.
El papa Francisco aceptó la semana pasada la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati, imputado por presunto encubrimiento de los abusos sexuales imputados al excanciller del Arzobispado capitalino, Óscar Muñoz, y al sacerdote Jorge Laplagne.