El grupo Extinction Rebellion ha convocado una semana de actos de desobediencia civil y exige al gobierno británico que declare “el estado de emergencia climática y ecológica”.
La semana de movilizaciones de los activistas por el clima prosigue en Londres, donde las acciones de el miércoles se han saldado con 113 detenciones.
La jornada de protestas comenzó con la ocupación pacífica de diversos espacios públicos y sedes de empresas relacionadas con los hidrocarburos y el bloqueo de varias carreteras para exigir al gobierno británico medidas concretas contra el cambio climático.
Jill Lewis, manifestante del clima: "Estoy aquí porque me preocupo por el medio ambiente, porque sé que sólo hay un plazo de 12 años antes de que el clima se descontrole.... Estoy aquí por mis hijos, mis nietos, por sus nietos y por las personas de todo el mundo cuyas vidas van a ser devastadas por el cambio climático que ya está en marcha y que va a empeorar si no se toman medidas".
La protesta, liderada por el grupo ecologista Extinction Rebellion, degeneró cuando varios manifestantes se saltaron las barreras de seguridad en Marble Arch. La policía detuvo a más de un centenar de personas y se han presentado cargos contra los supuestos autores de daños en la sede de la compañía petrolera Shell en Londres.
El grupo ecologista quiere prolongar la concentración hasta dos semanas y exige al gobierno británico que declare “el estado de emergencia climática y ecológica”, que reduzca las emisiones de CO2 a cero para el año 2025 y que cree una asamblea ciudadana para lidiar con las decisiones que afecten al calentamiento global.
