El auge del euroescepticismo no ha sido tan grande como auguraban algunas encuestas pero partidos nacionalistas y eurófobos como los liderados por Le Pen y Salvini obtienen importantes victorias en las elecciones europeas
PUBLICIDADEs la hora del consenso en la Unión Europea. Si algo ha dejado claro el resultado electoral es que Populares y Socialdemócratas pierden la hegemonía dominante.
Los malos augurios del euroescepticismo no han sido tales. Aunque en Francia, la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen sí lo tenía claro tras derrotar con un estrecho margen a la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron. "La desaparición de los partidos tradicionales y la polarización entre el Reagrupamiento Nacional y en Marcha confirma que la escena política está ahora dividida entre nacionalistas y globalistas. Eso es lo que domina nuestra vida política y así continuará".
Una importante derrota para Macron que, bajo el fuego de las protestas de los chalecos amarillos, esperaba inspirar a los europeos a adoptar la Unión como una respuesta a los problemas económicos y sociales.
En Italia, los votantes revalidan su confianza en el partido gobernante, ultraderechista Liga de Matteo Salvini. Su dura postura contra la inmigración ha surtido efecto, junto con su presión para que se apliquen recortes fiscales drásticos que podrían desafiar las normas presupuestarias de la UE. Frente a su colegio electoral, Salvini ya avanzaba que los italianos "podrían cambiar el equilibrio de poder en Europa con su voto".
Lo mismo ha ocurrido en Hungría. El Fidesz, encabezado por el Primer Ministro Víctor Orban, consolida su poder con una victoria contundente y podría incluso unirse a la emergente alianza de partidos nacionalistas y anti-inmigración de Salvini en la eurocámara.
En Polonia, la plataforma euroescéptica del partido gobernante Ley y Justicia, también queda en primera posición.
La extrema derecha alemana sí ha hecho sentir su presencia, aunque la mayoría de los votos han ido a parar a los conservadores del CDU de Angela Merkel y sus aliados sociales pese a las pérdidas que han sufrido y de las que se han beneficiado sobre todo los Verdes, que han obtenido un resultado sorprendentemente bueno quedando en segunda posición por delante de los socialdemócratas.