Las victimas fueron abandonadas en un camión herméticamente cerrado cuando viajaban de Hungría a Austria.
PUBLICIDADCadena perpetua para los cuatro traficantes de personas que provocaron 71 muertes en agosto de 2015. Esa ha sido la sentencia en segunda y definitiva instancia de un juzgado de Hungría que también ha condenado a cuatro años de cárcel para otros diez acusados. El juez ha subrayado como agravante la crueldad de las muertes y la pertenencia a organización criminal.
"Setenta y una personas fallecieron en un camión en una muerte terrible. Vivían mientras sus familiares y sus amigos morían a su lado y se enfrentaron al hecho de que ellos también morirían sólo porque para los contrabandistas era más importante evitar ser capturados que esas 71 vidas", ha sentenciado el juez Erik Mezölaki
Todas las víctimas, procedentes de Irak, Siria y Afganistán y entre las que había mujeres y niños, fueron abandonadas en un camión frigorífico herméticamente cerrado en una autopista de Austria. Según la investigación, su muerte se había producido en Hungría, desde donde viajaban. La reciente resolución es fruto de un recurso que finalmente ha ampliado la sentencia inicial de 25 años.
"La tragedia más grave de la crisis de los refugiados de 2015 se podría evitado fácilmente. La policía ya había observado a esos traficantes de personas, sus llamadas telefónicas fueron interceptadas, pero la traducción al húngaro llegó demasiado tarde", conlcuye Attila Magyar, corresponsal de Euronews.