Alemania recuerda este sábado una fecha muy especial, la que conmemora el 75 aniversario del intento de atentado de Adolf Hitler en 1944. Asesinato fallido con el que intentaban poner fin a la vida del dictador, pero también a la II Guerra Mundial. En el acto ha estado presente la canciller Merkel.
PUBLICIDADAlemania recuerda este sábado una fecha muy especial, la que conmemora el 75 aniversario del intento de atentado de Adolf Hitler en 1944. Asesinato fallido con el que intentaban poner fin a la vida del dictador, pero también a la II Guerra Mundial. En el acto ha estado presente la canciller Merkel.
"Las mujeres y los hombres de la resistencia actuaron por profunda convicción moral, y siguiendo su conciencia, demostraron ser verdaderos patriotas", ha señalado Merkel.
El atentado fue llevado a cabo por un grupo de oficiales organizados por el coronel conde Claus von Sauffeberg. Todo formaba parte de un golpe de Estado basado en el Plan Valquiria, un supuesto operativo que preveía la movilización y el despliegue del Ejército de Reserva para reprimir los posibles disturbios que podrían generar los millones de trabajadores forzosos que había en Alemania
Para llevar a cabo su propósito colocaron una bomba en la sala de mapas donde se encontraba Hitler reunido con sus generales. Pese a que la bomba estalló Hitler solo sufrió heridas leves. Cerca de un centenar de personas fueron ejecutadas por su posible implicación en los hechos
Como consecuencia del fracaso del atentado fueron detenidas unas cinco mil personas, de las cuales unas doscientas terminaron siendo ejecutadas.
Sophie acaba de publicar un libro en el que relata la vida de su abuelo y artífice de aquel suceso.
"Hoy, la palabra intento de asesinato tiene una fuerte connotación. Connotación negativa debido a todos los intentos de asesinato que hay actualmente. Y estas son siempre personas que quieren difundir el miedo en el mundo con ideas radicales, y esto es precisamente lo que el 20 de julio no querían hacer, al contrario, querían acabar con el terror y la tiranía. Si estas personas no son buenas para servir como ejemplo, me pregunto quién lo es", concluye Sophie von Bechtolsheim.