¿Por qué estas elecciones locales son tan importantes en Hungría?

Hungría tiene este domingo una cita con las urnas que podría cambiarlo todo sin cambiar practicamente nada. Por vez primera en 13 años, el gubernamental Fidesz ver peligrar su hemegonía en unas elecciones, en este caso locales, por eso se ha implicado tanto en la campaña el primer ministro, Víctor Orbán. Están en juego los asientos de concejales y alcades en más de 3.000 localidades (para los próximos cinco años). La joya de la corona es la alcaldía de Budapest, el cargo de poder más alto que se somete a elección directa en el país, y el actual primer edil, István Tarlós, no las tiene todas consigo.

La oposición se ha unido en muchas localidades, su única posibilidad para derrotar al Fidesz con la actual ley electoral, y la campaña ha sido la más sucia de los últimos 30 años. Varios escándalos han salpicado su esprint final: uno de los últimos ha sido la publicación de unas fotos del alcalde de Győr, amigo de Orbán, con prostitutas. 

Sin embargo, la mayor parte de la prensa, controlada por empresarios afines al Gobierno, ha silenciado lo ocurrido o lo ha cubierto tarde y parcialmente, informando solo del perdón público que solicitó el propio Zsolt Borkai a su familia.

Ese mismo silencio se aplica a muchos candidatos de la oposición, que no aparecen en los medios o lo hacen de forma negativa. El éxito o el fracaso de la oposición unida este domingo puede determinar su forma de afrontar las aún lejanas elecciones legislativas de 2022.