Rusia niega cualquier vínculo del Estado con el caso. Defiende que las acusaciones son "infundadas" e "inamistosas", y que Alemania está politizando la investigación
PUBLICIDADRoce diplomático entre Alemania y Rusia a cuenta del asesinato, en agosto, de un ciudadano georgiano.
Berlín ha expulsado a dos empleados de la embajada rusa en la capital alemana después de que los fiscales federales se hicieran cargo del caso en el que sospechan de la implicación rusa o chechena.
Como explica el comunicado del Ministerio de Exteriores, su respuesta de debe a que las autoridades rusas no han cooperado en las investigaciones sobre el asesinato pese a las "repetidas solicitudes expresas y a alto nivel". Mientras la Justicia alemana cree que existen "sospechas firmes" de que un ciudadano ruso cometió el crimen.
Rusia niega cualquier vínculo del Estado con el caso. Defiende que las acusaciones son "infundadas" e "inamistosas", y que Alemania está politizando la investigación.
Moscú se prepara para responder con un "un conjunto de medidas" que no ha especificado.
El portavoz del Kremlin Dimitry Peskov culpa a la prensa. "¿Qué relación tiene con las autoridades rusas? Este tema está siendo de alguna manera impulsado por los medios de comunicación alemanes, pero esto no significa que las cosas sean así."
El Kremlin no veía el riesgo para las relaciones con Alemania a consecuencia del asesinato. Desde Berlín, Dmitry Peskov calificó de "especulación absolutamente infundada" los informes sobre una posible conexión con las autoridades rusas de la persona que cometió el asesinato en Berlín en agosto.
La víctima había luchado en la guerra de Chechenia al lado de los rebeldes y posteriormente formó parte de las fuerzas de seguridad georgianas.