El transporte ferroviario quedó el jueves prácticamente sin servicio y este viernes se prevé una nueva jornada de paros.
PUBLICIDADFrancia ha vivido un 'jueves negro' que va a continuar de forma indeterminada. Una huelga general dejó al país ayer completamente paralizado, con el 90% de los ferrocarriles de largo recorrido y el 80% de los cercanías sin servicio. Según la policía, más de 800.000 personas participaron en las concentraciones en todo el país, 65.000 en París. Los sindicatos dan cifras mucho mayores.
Una turista estadounidense explicaba que necesitaba llegar a Frankfurt porque tenía un vuelo desde allí, pero se ha visto afectada por el paro. Le han recomendado que intente trasladarse en tren a Bruselas y desde allí a Alemania.
Uno de cada cuatro funcionarios hizo huelga y solo el 30% de las escuelas permanecieron abiertas. "Es por las reformas de las pensiones. No quieren que aumente la edad de jubilación. Y quieran que las pensiones en el futuro están tan bien pagadas como ahora. El gobierno no debería bajar la edad de jubilación", asegura un estudiante.
La propuesta de Emmanuel Macron es unificar los 42 sistemas vigentes de pensiones y crear un sistema por puntos en un país en el que la edad de jubilación es de 62 años. Para cobrar la pensión máxima es necesario tener 42 años cotizados. Todavía no existe un texto legal para la reforma, pero el presidente alega que quiere garantizar la igualdad entre todos los ciudadanos.
Uno de los sindicatos más fuertes, CGT, asegurá que mantendrá el paro hasta doblegar al presidente. Su líder, Philippe Martinez, indica que "en primer lugar, en relación con esta propuesta, todas las encuestas muestran que el pueblo francés no la quiere. En segundo lugar, el gobierno ha intentado dividirnos tratando de estigmatizar a aquellos a quienes llaman "privilegiados". Y la respuesta está en las calles. Los sectores público y privado, todo el mundo está aquí. Los jubilados están aquí, los jóvenes están aquí. Esto demuestra que todos estamos afectados por esta mala propuesta y estamos aquí para decir que no la queremos".
En algunas de las principales ciudades de Francia, como Nantes, Rennes, Lyon y en mayor medida París, se vivieron disturbios entre radicales y fuerzas de seguridad. Al menos noventa personas han sido detenidas.
Está previsto que el viernes se reúnan los responsables de los sindicatos para determinar su estrategia. El primer ministro, Eduard Philippe, se ha resignado y ha reconocido que el paro de hoy tendrá el mismo impacto que el del día anterior. Además, ha indicado que la negociación sigue abierta y que será la semana que viene cuando presente en detalle sus propuestas.