Las previsiones meteorológicas han mejorado, rebajando el nivel de alerta en la mayoría de las zonas afectadas. Aunque todavía hay cuatro departamentos en alerta naranja por inundación
El suroeste de Francia se recupera lentamente de las graves inundaciones del fin de semana.
Dos personas murieron y otras varias resultaron heridas tras las fuertes lluvias y vientos de hasta 142 kilómetros por hora. Tras el balance de daños los trabajos se centran ahora en limpiar el barro y los árboles caídos.
Las previsiones meteorológicas han mejorado, rebajando el nivel de alerta en la mayoría de las zonas afectadas. Aunque todavía hay cuatro departamentos en alerta naranja por inundación. "El agua pasaba por encima del muro, llegaba por encima del nivel de la barrera", recuerda un vecino.
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En algunas zonas del departamento de Dordoña, ya no tienen acceso al agua potable.
El pico de las inundaciones se alcanzó durante la noche del sábado al domingo en Cubejac. Además, los fuertes vientos dejaron sin electricidad 3.400 hogares el fin de semana y medio centenar de carreteras tuvieron que ser cortadas al tráfico.
Este otoño la zona del sudeste francés ha batido numerosos récords históricos de precipitaciones.
Los suelos saturados de agua ya no consiguen absorber más lluvias. El alcance de las inundaciones es visible fácilmente desde el espacio con los satélites de la red europea Copernicus.
Un nuevo desastre climático que llega pasadas apenas tres semanas de las mortales tormentas en Italia y Francia.
