Los israelíes han votado en las terceras elecciones legislativas en menos de un año, en un ambiente de apatía.
Victoria de Benjamin Netanyahu, aunque a la espera de ver si podrá formar Gobierno en Israel. Los sondeos a pie de urna en las elecciones legislativas celebradas otorgan a su partido, Likud, 36 o 37 escaños, frente a los 32 o 33 del centrista Azul y Blanco, de Benny Gantz. No obstante, y tal como se preveía, ambos se quedan muy lejos de la mayoría en la Knéset, que cuenta con 120 diputados.
En estos, los terceros comicios que se celebran en lo que va de año, habrá que esperar a los resultados oficiales para ver si se termina con el bloqueo político. Estas mismas proyecciones al cierre de los colegios electorales dejan a Netanyahu, sumando el apoyo de judíos ortodoxos y ultraortodoxos y de la ultraderecha, con 60 escaños, rozando la mayoría.
Parece no haber pesado para Benjamín Netanyahu el hecho de que acudía a estas elecciones formalmente acusado por corrupción, A su favor contaba no obstante con la propuesta de paz estadounidense para los territorios palestinos, que ha dado impulso a las demandas de la derecha en cuanto al conflicto en la región.
