Donald Trump se mostraba optimista ante el uso de la cloroquina, un medicamento contra la malaria, como tratamiento contra el coronavirus.
Las calles vacías ya son la seña de identidad del virus que ha paralizado el mundo. La expansión del COVID-19 se hace evidente en Estados Unidos. El estado de California, el más poblado, ha ordenado a sus 40 millones de habitantes que se queden en casa.
Esta es la primera restricción obligatoria que se adopta en el territorio. Los ciudadanos pueden salir de su hogar para cuidar a un familiar o a un amigo y buscar atención sanitaria.
"Dirigimos una orden estatal para que la gente se quede en casa. Confiamos en que la gente del estado de California la acatará y hará lo correcto, darán la talla tal y como lo han hecho en el transcurso de las últimas semanas", aseguraba Gavin Newsom, Gobernador de California.
Donald Trump se mostraba optimista ante el uso de la cloroquina, un medicamento contra la malaria, como tratamiento contra el coronavirus.
Mientras, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, cargaba este jueves contra el presidente de EE UU por su gestión en la crisis sanitaria.
"Cada herramienta debe ser utilizada. Por alguna razón, sigue dudando. Lo que dije fue para que se notara el paralelo histórico. Donald Trump, en este momento, es el Herbert Hoover de su generación. Está observando y esperando y perdiendo toda oportunidad de ser audaz, y de actuar para proteger nuestra nación."
En la ciudad de Nueva York se disparan los contagios. El estado roza los 5.800 casos y cuenta con más de una treintena de fallecidos.
Según el alcalde, el material de los hospitales se agotará en dos semanas si no llegan más suministros y pidió a Trump que aumente la producción y que movilice al Ejército.
El gobernador, Andrew Cuomo, estima que el número de casos de coronavirus en el estado podría alcanzar su pico dentro de un mes y medio.
