Cuando de la noche a la mañana vieron todos sus trabajos cancelados por la pandemia, los profesionales portugueses del sector audiovisual se dieron cuenta de que no podían esperar la ayuda del Estado.
PUBLICIDADCuando de la noche a la mañana vieron todos sus trabajos cancelados por la pandemia, los profesionales portugueses del sector audiovisual se dieron cuenta de que no podían esperar la ayuda del Estado.
Técnicos, artistas, maquilladores, peluqueros, productores, directores de escena, se organizaron para proporcionar alimentos a los colegas más necesitados. Este movimiento espontáneo ha sido denominado Unión Audiovisual.
Hugo Costa, miembro de la Unión Audiovisual, explica:"Nuestros compañeros que nos piden ayuda son gente con familia, con un casa, con un coche, con niños en la escuela, que tienen una vida activa y súper estructurada y que de repente se vieron privados de todo. No están acostumbrados ni se han inscrito para recibir ayudas del Seguro Social o del Banco de Alimentos. Éramos autosuficientes. Teníamos nuestra industria, nuestro medio de vida".
Como regidor y maquinista de escenario Gonçalo Santarém solía ganar más de 1600 euros al mes. Sin trabajo desde marzo, depende de esta ayuda alimentaria. No entiende cómo la ayuda social que ha estado recibiendo del Estado puede ser tan baja: "Recibí 250 euros en abril. Después, ajustaron la ayuda social, hasta 438 euros, pero como tengo que pagar un alquiler de 380 euros ... "
Luís Ribeiro, técnico de iluminación ha estado donando alimentos para ayudar a sus colegas:"Hay gente que se enfrenta a situaciones muy difíciles, que reciben, diría, un apoyo miserable del Estado, que en la mayoría de los casos no es digno. Como ser humano, antes que como trabajador, me siento obligado, dentro de lo que pueda, a ayudar a los demás".
El ministerio de Cultura de Portugal respondió a las críticas del sector con tres líneas más de apoyo. La primera proporciona más de treinta millones de euros para apoyar directamente a artistas, técnicos y otros profesionales.