El populista de derechas, Boiko Boirsov, no quiere que haya tensiones por su causa y que se acaben las protestas antigubernamentales que sufre el país desde hace dos meses
PUBLICIDADBoiko Korisov está dispuesto a dimitir para salvar a su gobierno.
Frente a 4000 miembros de su formación de centroderecha, GERB, y tras un mes de protestas populistas, Boiko Borisov ha hecho un llamamiento a la calma para que cesen los disturbios cuanto antes.
La dimisión de Borissov y la del fiscal general son las principales demandas que se escuchan en las protestas que se suceden cada noche en las principales ciudades del país balcánico desde hace más de un mes.
"Estoy preparado para irme en cualquier momento. No quiero que haya tensiones por mi persona. Queremos la unidad de la nación, cueste lo que cueste, porque aun nos quedan tiempos difíciles por sortear, y no digo esto sólo para alarmar a la gente, manifestó Boyko Borissov, primer ministro de Bulgaria desde 2009.
El llamamiento de Borissov a la unidad poco duraría. Durante el mitin de este miércoles, varios manifestantes fueron desalojados por la fuerza por agentes de seguridad vestidos de paisano. Varios periodistas también fueron atacados y sus teléfonos, arrojados al suelo.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes acusan a Borisov de corrupción y de gobernar una oligarquía mafiosa, y exigen más transparencia y respeto a la ley en el país más pobre de la Unión Europea:
El Primer Ministro Boiko Borissov ha asegurado que está dispuesto a dimitir. Sin embargo, para los manifestantes, eso no es suficiente. Quieren una dimisión al completo de todo el gabinete y que se celebren elecciones anticipadas. Hasta entonces, continuarán bloqueando las principales carreteras de la capital, Sofía, y del resto del país.
"Hace dos semanas los organizadores anunciaron una nueva fase de protestas. Así que hemos bloqueado los cruces de la capital, y hemos montado pequeñas acampadas en distintos puntos con el objeto de que se escuchen nuestras demandas, explica un manifestante de la capital.
El jefe de Gobierno avanzó que el invierno se avecinaba muy duro debido a las consecuencias económicas de la pandemia y que el Ejecutivo necesitará del apoyo de la sociedad para aplicar , si fuera necesario, medidas impopulares.
"Hay cinco personas en huelga de hambre y más gente que se está uniendo. Intentamos convencer a un anciano de que lo dejara porque no estaba bien. No vale la pena sacrificar tu vida por alguien como el Primer Ministro"
La mayoría de los analistas opina que el gobierno de centroderecha de Boyko Borisov no va a completar la legislatura y que habrá elecciones antes de la próxima primavera.