Ryanair ha anunciado una reducción del 20 % de sus vuelos en septiembre y octubre debido al descenso de las reservas de viajes. La aerolínea irlandesa señala que la medida ha sido tomada por la incertidumbre que genera el resurgimiento de los contagios de COVID-19 en Europa.
Ryanair ha anunciado una reducción del 20 % de sus vuelos en septiembre y octubre debido al descenso de las reservas de viajes. La aerolínea irlandesa señala que la medida ha sido tomada por la incertidumbre que genera el resurgimiento de los contagios de COVID-19 en Europa. En la compañía aclaran que los recortes afectarán al número de vuelos y que no se cerrarán rutas.
El descenso de la oferta repercutirá especialmente en Francia y en España, dos países a los que se aplica la cuarentena impuesta por el Gobierno británico.
"Han pedido ayuda para hacer mejores pruebas para detectar el coronavirus en los aeropuertos. Han pedido mejoras en los sistemas de rastreo en muchos países europeos. Todo eso en un momento en el que, realmente, luchan para hacer frente a la limitada cantidad de dinero que entra en el negocio", declara el analista económico Guy Shone.
Muchas aerolíneas planean reducir el tamaño de la flota aérea o recortar puestos de trabajo. Lufthansa, que cuenta con unos 760 aviones, podría desprenderse de más cien aeroplanos y recortar 22 000 empleos.
EasyJet cerrará tres bases en Inglaterra con la correspondiente pérdida de 670 puestos de trabajo. Otros 1 200 trabajadores se verán inmersos en planes de reducción de personal.
El grupo IAG, propietario de British Airways e Iberia ya ha recortado 12 000 puestos de trabajo y tiene la intención de reducir los costes y el tamaño de sus diversas aerolíneas.
El grupo Air France-KLM también planea miles de recortes de empleos, al tiempo que sus pilotos han visto disminuir, de manera significativa, sus salarios.
