Los italianos protagonizan violentos enfrentamientos en Nápoles tras la imposición del toque de queda regional, mientras que los franceses disfrutaron su última copa antes de entrar en la extensión del toque de queda del país.
Noche de enfrentamientos en la ciudad de Nápoles por las nuevas restricciones debido al coronavirus.
Esta semana, se estableció el toque de queda en la región de Campania, entre las 23.00 y 5.00 horas, para contener el aumento de los contagios.
Los manifestantes lanzaron piedras contras las fuerzas del orden que respondieron con gas lacrimógeno este viernes.
Otros departamentos franceses se unen al toque de queda
En Estrasburgo, los ciudadanos disfrutaron de las últimas horas antes del comienzo del toque de queda, tras la noticia de su extensión.
Comercios, bares y restaurantes deberán cerran a las 21.00 horas en casi la mayoría del territorio francés.
"Tendremos que abrir la cocina antes. Permitir a la gente comer a partir de las 17.00 o 18.00 horas para que puedan salir y volver a casa a tiempo para el toque de queda. Claramente, esperamos la caída del volumen de personas de alrededor del 30 y 40%", explica Franck Meunier, responsable del restaurante 'Les Kneckes'.
Francia refuerzas sus medidas de contención después de reportar este viernes más de 42.000 nuevos casos en las últimas 24 horas.
República Checa, al borde del colapso hospitalario
Mientras tanto en República Checa el colapso de los hospitales se convierte en una amenaza inminente. En los últimos días, el país ha sumado más de 10.000 casos por día, cerrando este viernes con más de 15.000.
El Gobierno checho ha impuesto el cierre de todos los comercios de productos no esenciales durante dos semanas para frenar los contagios por coronavirus
Mantener la esperanza como los finlandeses
Ante la desesperanza que embarga a Europa, el Papa Noel finlandés ha enviado un mensaje de optimismo para los niños del mundo. Asegurando que la Navidad no se cancelará este año a pesar de la pandemia.
El país de las maravillas del ártico, una atracción bastante esperada en Finlandia, recibe la visita de miles de niño cada año con la esperanza de entregar su carta a Papá Noel.
Pero en esta ocasión le toca al barbudo desear que todas las familias se mantengan a salvo.