El lido de Marseillan no siempre existió. Se formó de manera natural hace unos seis mil años. Yvon Iziquel ha vivido el proceso de obras para consolidarlo y también para proteger la Laguna Thau. Es el responsable de espacios naturales de Sète Agglopole Mediterranée.
El lido de Marseillan no siempre existió. Se formó de manera natural hace unos seis mil años. Yvon Iziquel ha vivido el proceso de obras para consolidarlo y también para proteger la Laguna Thau. Es el responsable de espacios naturales de Sète Agglopole Mediterranée.
"¿Por qué se realizó este trabajo? Lo hicimos por varias razones. Se llevaron a cabo porque la carretera de Sète a Marseillan es un importante eje de comunicación entre las dos comunas, lo que es importante. Es un eje que permite el acceso a la playa como actividad económica turística. Y sobre todo, también nos ha permitido también preservar las actividades que están detrás del cultivo de mariscos en vivero. Ha permitido preservar la actividad del cultivo del mejillón en el Lido, y también los viñedos y los vinos de Listel. Ha permitido mantener actividades económicas".
"Con este trabajo hemos ganado unas décadas sobre los fenómenos naturales que no vamos a prevenir, que continúan su evolución, es decir: la erosión, la subida del nivel del mar con el calentamiento climático, que es un hecho cierto hoy. El Lido, que es una estrecha franja de tierra entre el mar y la laguna pierde una media de un metro de arena al año. Hemos recreado playas que tienen entre 70 y 100 metros de ancho en algunos puntos, así que estamos tranquilos por ahora".