Los servicios de inteligencia alertaban para este 4 de marzo de un posible complot para asaltar de nuevo el Congreso.
Han pasado dos meses desde el inesperado e histórico asalto al Capitolio de Washington, que dejó cinco fallecidos y unas imágenes difíciles de olvidar. Desde entonces, cerca de 5000 agentes de la Guardia Nacional permanecen desplegados alrededor del edificio, en un principio hasta el próximo viernes día 12.
Si bien es cierto que las aguas ya están más calmadas en la capital de Estados Unidos, el temor a un nuevo ataque aún existe, razón por la cual la policía del Capitolio ha pedido formalmente a la Guardia Nacional que permanezca en su puesto dos meses más.
"Espero que se hayan sentido seguros al venir hoy", decía en su rueda de prensa semanal la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. "Estamos muy por delante de donde estábamos la última vez: contamos con la Guardia Nacional, con las vallas y el resto de medidas, aunque no queremos todo eso, lo que queremos es que nuestro Capitolio sea respetado por todos".
La propuesta ya está siendo estudiada por el Pentágono, y la Guardia Nacional ha comenzado a comprobar la disponibilidad de sus agentes por todo el país con la intención de estar disponible en caso de que el Departamento de Defensa apruebe finalmente dicha petición.
Esta llega pocas horas después de que los servicios de inteligencia del país alertaran de "un posible complot" para asaltar el Congreso el 4 de marzo. Se trata de una fecha simbólica para los miembros del movimiento extremista Qnanon, que consideraban esta fecha la indicaba para el nombramiento del que ellos aseguran es el presidente legítimo, Donald Trump. La sombra del expresidente sigue sobrevolando el Capitolio.