Un mosaico conmemorativo revive la memoria de los refugiados albanokosovares, que huyeron de la represión serbia hacia el campamento de refugiados de Blaze, cerca de la frontera con Macedonia del Norte.
Más de 400.000 personas de etnia albanesa fueron expulsadas de Kosovo durante la guerra de 1999.
Un muro conmemorativo dedicado a los refugiados albanokosovares que huyeron de la represión serbia ha sido inaugurado en el antigua campamento de Blace, cerca de la frontera con Macedonia del Norte.
"Este muro representa nuestra memoria y el dolor de 440.000 personas que llegaron aquí en 1999 tras una terrible crisis humanitaria y la intervención de las fuerzas progresistas que actuaron para detener la extinción de toda una población", declaraba Jahja Luka, representante de una asociación de refugiados albonokosovares.
"Recuerdo ese día, con mi hija en mis brazos, y miles de refugiados caminando cansados, sin comer ni beber y yo amamantando a mi hija en un viaje sin escalas", recuerda Sherife Ljuta, refugiada albanokosovar representada en un mosaico en recuerdo a los albanokosovares que huyeron de la represión serbia y que ahora, sin ovidar el pasado, miran al futuro. Más de 10.000 personas murieron durante aquel conflicto y unas 1.650 siguen desaparecidas.