¿Está utilizando Bielorrusia los flujos migratorios como arma política? Así lo denuncian las autoridades lituanas, que aseguran que en las últimas semanas se ha multiplicado la llegada de solicitantes de asilo a través de las fronteras bielorrusas. Se habla incluso de vuelos directos de migrantes...
¿Está utilizando Bielorrusia los flujos migratorios como arma política? Así lo denuncian las autoridades lituanas, que aseguran que en las últimas semanas se ha multiplicado la llegada de solicitantes de asilo a través de las fronteras bielorrusas. Se habla incluso de vuelos directos de migrantes desde Bagdad y Estambul a Minsk. Una vez en Bielorrusia todo serían facilidades para cruzar la frontera con Lituania y por ende con la Unión Europea. Las autoridades lituanas van a construir un campamento de acogida junto a la frontera ante el aumento del flujo de migrantes procedentes de Oriente Próximo y Medio.
"Hay una divergencia de intereses entre quienes organizan estos viajes desde Minsk", explica el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Defensa de Lituania, "y las personas que quieren entrar en Europa Occidental. En lugar de las riquezas que algunos piensan que encontrarán en la Unión Europea, puede que se lleven una sorpresa y tengan que refugiarse no en las mejores condiciones en la República de Lituania", explica el diputado Laurynas Kasciunas, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Defensa.
Sancionado por la Unión Europea por la brutal represión de las protestas de la oposición, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, insinuó el pasado 26 de mayo que su país dejaría de detener la droga y los migrantes y que ahora le tocaría hacerlo a Europa. Bielorrusia y Lituania tienen casi 700 km de frontera compartida. Desde que estalló la grave crisis política y social que atraviesa Bielorrusia, tras las elecciones del pasado mes de agosto, Lituania se convirtió en el destino de numerosos opositores bielorrusos que abandonaban el país huyendo de la represión.