Por Jarrett Renshaw
15 jun - Cinco meses después del atentado en el Capitolio de Estados Unidos, el Gobierno de Biden presentará el martes medidas para que las autoridades federales y locales y las empresas de redes sociales luchen contra las amenazas a la seguridad nacional que plantean los supremacistas y milicias blancas.
El fiscal general Merrick Garland dará a conocer un plan para aumentar el intercambio de información, recursos adicionales para identificar y perseguir las amenazas, y nuevos elementos de disuasión para evitar que los estadounidenses se unan a grupos peligrosos.
A principios de este año, la Administración llevó a cabo un amplio análisis del terrorismo interno que calificó a los supremacistas blancos y a las milicias como principales amenazas para la seguridad nacional. La cuestión adquirió una nueva urgencia tras el asalto del 6 de enero al Capitolio por parte de los partidarios del entonces presidente Donald Trump, que intentaban anular la victoria electoral de Joe Biden.
Sin embargo, en la estrategia presentada no se plantea pedir nuevas leyes para luchar contra las amenazas domésticas.
"Llegamos a la conclusión de que no teníamos la base probatoria, todavía, para decidir si queríamos proceder en esa dirección o si tenemos suficiente autoridad como existe actualmente a nivel federal", dijo un alto cargo de la Administración, que habló bajo condición de anonimato antes del anuncio.
En su propuesta de presupuesto publicada el mes pasado, Biden, que sucedió a Trump el 20 de enero, quiere obtener 100 millones de dólares de financiación adicional para formar y contratar a analistas y fiscales con el objetivo de interrumpir y disuadir la actividad terrorista.
"La amenaza es elevada", dijo el la fuente de la Administración. "Afrontarla significa asegurar que sí tenemos los recursos y el personal para hacer frente a esa elevada amenaza".
La Administración también está endureciendo los métodos de selección del Gobierno federal para identificar mejor a los empleados que puedan suponer una amenaza interna. Se pretende compartir esas técnicas con las empresas privadas.