"Es mejor un evento cancelado que una vida cancelada", alerta el director de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
PUBLICIDADMillones de personas en todo el mundo se prepara para celebrar las fiestas navideñas. Y la idea, como siempre, es la de hacerlo en compañía de familiares y amigos, bien acompañado, aunque cada vez son más las voces contrarias a esto.
La OMS recomienda que se cancelen tanto este tipo de encuentros como cualquier evento no imprescindible durante estas fechas, a la vista del creciente número de casos de la variante ómicron en todo el mundo.
"Todos estamos hartos de esta pandemia", recordaba el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Todos queremos pasar tiempo con los amigos y la familia. Pero un evento cancelado es mejor que una vida cancelada. Es mejor cancelar ahora y celebrar después que celebrar ahora y lamentar después. Ninguno de nosotros quiere volver a estar aquí dentro de 12 meses", insistía el ya tristemente famoso directivo.
En varios puntos de Europa ya han tomado buena nota de la gravedad del asunto, intensificando las campañas de dosis de refuerzo y aplicando de nuevo restricciones y cierres. En Suiza, por ejemplo, es obligatorio desde este lunes el teletrabajo para todo aquel que así pueda hacerlo.
"Para ser sincera, me resulta un poco difícil el tema de la vacunación", confesaba una ciudadana suiza. "Ahora estás vacunado y tienes la sensación de que es bueno, pero de alguna manera notas que todavía no sirve de mucho".
En Alemania, el Gobierno está considerando la posibilidad de aplicar una serie de restricciones en los contactos, incluso para las personas vacunadas o ya recuperadas. Hendrick Streeck, miembro del organismo de expertos del coronavirus de este país, ponía algunos ejemplos: "se podría reducir el tamaño de los grupos", explicaba. "En Baviera, ya han cerrado bares y discotecas para los próximos días y semanas, para evitar puntos calientes y eventos de súper propagación".
A la espera de esa inevitable propagación, la vacunación parece seguir siendo la mejor arma posible. Olaf Scholz confimaba que el país alcanzará su objetivo de ofrecer dosis de refuerzo a al menos 30 millones de ciudadanos antes de que acabe el año.