El consumo de alcohol, una de las principales lacras contra la salud en este país, ha descendido notablemente en los últimos 20 años.
PUBLICIDADQué mejor manera de empezar el año que corriendo por una buena causa. Así lo pensaron al menos decenas de personas de la ciudad de Yaroslavl, al noreste de Moscú, que dieron la bienvenida a 2022 participando en un evento a favor de un estilo de vida saludable, activo y sobre todo sobrio. En esta carrera más que en ninguna otra, lo importante no era ganar, sino participar.
"Es la primera vez que decido pasar el Año Nuevo de una manera diferente", confesaba Maria, participante. "Por supuesto, tomamos un par de copas de champán para celebrar el año saliente, pero decidimos apoyar también la salud de la nación".
"Queremos mostrar a nuestros hijos la forma correcta de celebrar el Año Nuevo", revelaba por su parte Olga. "Lo hacemos con una sonrisa en la cara, con mucho ánimo, y con energía en lugar de con una copa de champán".
La lucha contra el alcohol ha sido durante los últimos años uno de los principales caballos de batalla del Gobierno de Rusia, país históricamente hablando con un niveles muy altos de muertes relacionadas con el alcohol. Y los resultados se han hecho notar: según un informe de la Organización Mundial de la Salud, su consumo descendió un 43 por ciento entre 2003 y 2016.