Los Países Bajos impusieron, el 18 de diciembre, un confinamiento estricto para tratar de frenar el avance de ómicron, que durará al menos hasta el 14 de enero.
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Miles de neerlandeses salen a la calle en Ámsterdam para protestar contra las restricciones ligadas a la pandemia. Hubo enfrentamientos con la policía, que dejaron varios heridos y detenidos.
Muchos manifestantes se concentaron en la Plaza de los Museos, una de las más importates de Ámsterdam, pese a la prohibición impuesta por el alcalde de la ciudad, ante la imposibilidad de respetar la distancia mínima de seguridad.
Otro de los puntos calientes fue Westerpark, a donde se desplazaron muchos de los manifestantes al ser desalojados por la policía. Allí se había autorizado una protesta convocada por el partido de ultraderecha Foro para la Democracia (FvD). Finalmente se sobrepasó el aforo máximo pactado de 2.000 personas.
Un grupo de manifestantes, vestidos con monos blancos y caretas, llevaban carteles que decían: "No se trata de un virus, se trata de control" o "Libertad".
Confinamiento estricto
Los Países Bajos impusieron, el 18 de diciembre, un confinamiento estricto para tratar de frenar el avance de ómicron. Un confinamiento que durará al menos hasta el 14 de enero. Tiendas no esenciales, bares, restaurantes, cines, museos y teatros están cerrados. También los centros educativos, que en principio abrirán sus puertas el 9 de enero.
Los contagios llevan varios días al alza. En las últimas 24 horas se registraron 17.531 y seis pacientes con COVID-19 fallecieron, frente a la media de 35 muertes de los últimos siete días.